No estoy hablando de secuestros masivos, ni de un flautista de Hamelín moderno, ni de abducciones extraterrestres… si no de «desapariciones» administrativas o económicas.

En EEUU el 15 de abril es la fecha tope para presentar la declaración de impuesto federal sobre el ingresos. Para poder recibir las exenciones por hijos (por ejemplo, en 2008 esta cantidad ascendía a $ 3.500) no se podía superar un determinado nivel de ingresos e incluir el nombre de los hijos en la declaración.

En 1987, el IRS (Internal Revenue Service), el equivalente a nuestra Hacienda Tributaria, cambió las reglas del juego y modificó las condiciones para poder recibir las exenciones por hijos:

Se debía incluir el número de la Seguridad Social de los hijos, ya no valía con incluir sólo el nombre.

Recordemos que el número de la Seguridad Social americano es muy distinto al nuestro. Este número se asigna al nacer y está compuesto por nueve dígitos: los tres primeros indican el lugar de  nacimiento, los dos siguientes indican la ubicación más específica dentro de su área y los cuatro últimos son números de serie (se asignan entre el 0001 y 9999).

Este cambio hizo que en la medianoche del 15 de abril de 1987 «desaparecieran» siete millones de niños de las declaraciones. Ésto demuestra que el fraude al fisco es una práctica extendida por todos los rincones.


Fuente: Freakonomics – Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner