La ley aprobada por el estado de Arizona (EEUU) sobre inmigración, permite la detención indiscriminada de inmigrantes sin papeles ante la mínima sospecha razonable. Con una población de un tercio de hispanos, el 70% es partidario de la polémica ley.

Muchas voces, como la del profesor de Derechos Civiles y Libertades en la Universidad de Washington  Chris Edelson,  se han levantado para alertar de la posible violación de la cuarta enmienda de la Constitución de EE.UU. «que prohíbe los registros y las detenciones arbitrarias». Esa enmienda también exige a los agentes policiales «tener una causa probable o una orden judicial antes de detener a una persona»

La historia nos cuenta que hubo un momento en que estos «perseguidores» eran » los ilegales».

Después de consumarse la independencia de México tras la firma del Acta de Independencia (28 de septiembre de 1821) se fundaba el Primer Imperio Mexicano, cuyo primer monarca sería Agustín I de México (Agustín de Iturbide). El Imperio abarcaba los territorios del antiguo Virreinato de Nueva España de Norteamérica (Texas, Oregón, California, Nuevo México, Wyoming, Colorado…) y Centroamérica, en total unos 5 millones de Km cuadrados y escasamente poblados.

El Gobierno mexicano, siguiendo la política del Virreinato, facilitó la llegada de inmigrantes «legales» para poblar tan vasta extensión de terreno. La mayoría de estos inmigrantes eran norteamericanos del vecino EEUU. La política inmigratoria mexicana y el afán expansionista americano fueron utilizados para introducir inmigrantes ilegales, incluso delincuentes y multitud de esclavos, algo totalmente prohibido por la Constitución mexicana.

Cuando quisieron poner fin a esta «invasión pacífica» y a la violación de la leyes mexicanas, ya era muy tarde. En 1830 la población inmigrante – americanos y esclavos – ya superaba a la autóctona en Texas.

En 1832, pidieron la independencia de México para anexionarse a los EEUU. Cuatro años más tarde, el general Santa Ana derrotaba a los insurrectos en el Álamo (Texas). El resto… ya lo sabéis. Por cierto, Arizona formaba parte de Nuevo México.

¿Qué creen que los hispanos residentes en Arizona van a hacer como ellos y pedir la independencia para anexionarse con México? Ellos sólo buscan una oportunidad para sacar a sus familias adelante y, a veces, son tratados como esclavos.

Es lo que tiene la puñetera historia…

Fuente: Carlos Salas – La semana (El Mundo)