La Toma de la Bastilla se produjo en París el martes 14 de julio de 1789. A pesar de que la fortaleza medieval conocida como la Bastilla sólo custodiaba a siete prisioneros y los vigilantes eran suizos jubilados, su caída en manos de los revolucionarios parisinos supuso simbólicamente el fin del Antiguo Régimen y el punto inicial de la Revolución francesa.

Aquel mismo día, el monarca francés, Luis XVI, anotó en su diario personal:

Nada reseñable.

Si dejásemos aquí la historia, Luis XVI quedaría como un monarca estúpido, prepotente y alejado de la realidad. Seremos justos con él y terminaremos la historia.

Es verdad que Luis XVI hizo esa anotación en su diario pero se refería al resultado de la jornada de caza del mismo día en que fue tomada la Bastilla.