Si hace poco hablábamos del primer submarino de guerra, hoy nos toca hablar de los submarinos de estar por casa. Ojalá fuera un invento, curioso, de hace un par de siglos pero, lamentablemente, estamos hablando de una nave sumergible utilizada por los cárteles colombianos para trasladar la coca.

Se construyen en fibra de vidrio de forma completamente artesanal en los «astilleros» camuflados en los manglares, se pueden sumergir en sus tres cuartas partes (para evitar los radares), con capacidad para transportar 14 toneladas de coca y tripulados por cuatro personas. Dotados de una pequeña cabina con tubos para respirar y como único guiño a la tecnologí­a un GPS de última generación. Dotados de motores de entre 200 y 300 caballos, pueden alcanzar los 20 Km/hora.

Desde Colombia, base de operaciones, trasladan la coca a varios puntos de Centroamérica y México. Navegan por la noche y son un peligro para el resto de naves de la zona.

Como decí­a mi abuela:

Si utilizasen el ingenio y el tiempo en hacer el bien, otro gallo nos cantarí­a

Fuente y foto: ABC-Internacional