El domingo, 2 de agosto,  se publicó un reportaje de Antonio Hortelano en Crónica (diario el Mundo):

Soy espí­a y no lo niego

Antonio Hortelano es un religioso redentorista que trabajó como espí­a para los principales servicios de inteligencia y que va a publicar sus memorias bajo el tí­tulo  «El abuelete«. Sin nada que perder – se le ha diagnosticado un cáncer terminal de pulmón – contará sus vivencias como espí­a para el Vaticano e Israel. No seré yo quien juzgue la verdad o falsedad de sus palabras, pero con 90 años y cercano a la muerte – los médicos le han dado dos meses de vida – siente la necesidad de contar «sus» verdades y poner las cosas en su sitio. Este post sólo reproduce las palabras de Antonio en el diario el Mundo y que me han resultado más llamativas:

  • de Rafael Alberti:

«metí­a a los prisioneros en cabinas de teléfonos con las paredes electrificadas con alta tensión»

  • encuentro de Franco y Hitler en Hendaya:

el almirante Canaris, infiltrado en la red de espionaje de Hitler, descendiente de sefarditas expulsados de España aconsejó a Franco: «Usted dí­gale amén a todo, pero pí­dale lo que no tiene. Es decir, cañones de costa para defenderse de los ingleses, petróleo y alimentos. Como es muy orgulloso, no le dirá que no lo tiene, pero no lo obligará a entrar en la guerra».

  • el comunismo en Latinoamérica:

«para conquistar Latinoamérica, los soviéticos iban a aplicar la teorí­a de Gramsci: ni bombas, ni elecciones, sino infiltraciones en la Universidad y en la Iglesia. Y de ahí­ nace la Teologí­a de la Liberación».

  • monseñor Romero:

«habí­a dos candidatos para el arzobispado salvadoreño: Rivera, abierto, y Romero, conservador. Roma eligió al conservador que pronto se pasó con armas y bagajes a la izquierda. Sus misas se convirtieron en mí­tines revolucionarios con el gobierno militar y por eso lo mataron»

  • Videla:

«un dí­a, el entonces presidente de la Junta Militar argentina asistí­a a una boda que celebraba yo y se acercó a comulgar. En el convite me tocó a su lado y le pregunté:

– ¿cómo se atreve a comulgar?

– No sea ingenuo, padre Hortelano. Si Rusia ataca con bombas atómicas, Estados Unidos responde con bombas atómicas. Si los montoneros nos atacan con el tiro en la nuca, nosotros les respondemos con el tiro en la nuca. Ustedes, en cambio, dentro de 30 años seguirán soportando a los asesinos de la ETA con el tiro en la nuca»

  • obispos vascos y la Iglesia del Paí­s Vasco:

«ETA la fundó la Iglesia. Y, tras tantos años de terrorismo es lamentable que no haya muerto ni un solo cura»

  • Vaticano:

tras la quiebra del Banco Ambrosiano y el agujero de 1.000 millones de dólares; «tuvo que aparecer el Opus Dei que, a través de Rumasa, tapó el agujero de Roma a cambio de la prelatura personal y de la canonización del fundador de la Obra»

  • Gibraltar:

el problema es la base de Rota; «es un enorme almacén de bombas nucleares, por si estalla un guerra atómica en Oriente Medio»

Llamativa es la despedida que hace a los reporteros «como seguramente no os vuelva a ver, que Dios os bendiga». «Sólo la verdad nos hace libres».

Sólo me quedarí­a añadir, de mi cosecha, «que cada palo aguante su vela» y que compraré y leeré el libro «El abuelete«.

Imagen: Rotulista de amor