Como decí­a Martin Luther King:

Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crí­menes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos

Todos los que formamos esta sociedad, menos «ellos«, hemos sufrido, sufrimos y sufriremos con la barbarie y los cobardes asesinatos como los perpetrados ayer. Peor que sus miserias es nuestro silencio, pero nunca lograrán callarnos ni cederemos ante sus rastreros chantajes.

El gran Luther King se olvido del silencio cómplice de los que les apoyan, escondidos con su máscaras entre los que sufrimos y gozando en su interior. No nos engañemos, a estos miserables les respalda y cobija un entramado social sin el que hace tiempo que habrí­an desaparecido.

Yo os desenmascaro, sólo tengo una duda:

cuando os quite la máscara no sé si me encontraré con una hiena de sonrisa permanente o con una rata asquerosa y huidiza.

Yo os denuncio, y no tengo dudas:

pasaréis a la Historia junto a Mao Zedong, Stalin, Adolf Hitler, Pol Pot, doctor Mengele, Jack el Destripador, el Carnicero de Rostow, Goebbels… gente de vuestra calaña.

Foto: Távola Redonda