Este post se debe a la colaboración de Norma Gabaldón Baldisa (aficionada a la Historia y viajera empedernida)

Existe un pequeño archipiélago en el corazón del Mediterráneo llamado Malta, formado por tres islas: Malta, Gozo y Comino y cuya extensión no supera la de Ibiza. Sin embargo, este pequeño paraí­so, independiente de Inglaterra desde 1964 y perteneciente a la Unión Europea desde 2004, esconde más de 7.000 años de historia que poca conoce.

Valletta

Desde la prehistoria hasta nuestros dí­as, pasando por los dominios de diferentes imperios, civilizaciones y ordenes religiosas, Malta respira por cada poro de su tierra arenosa, el aliento de siglos y siglos de historias de sometimiento, de esplendor, de tiempos oscuros y dí­as dorados.

Las grietas de sus construcciones y de las piedras doradas de sus fachadas muestran el cansancio del paso de un tiempo que parece detenerse al pasear por sus calles, entre sus monumentos, entre sus templos…

Malta no tiene historia… es historia. Malta es la viva imagen de la historia de los pueblos Mediterráneos, de sus culturas, de sus costumbres y tradiciones. Un idioma que es mezcla de tres (italiano, inglés y francés) un horario que demuestra el estigma del colonialismo, una gastronomí­a no tan diferente a la nuestra y unas gentes cuya genética les obliga a dar la bienvenida a los llegados de fuera porque en su memoria histórica está reflejado como lo hicieron miles de veces.

Fenicios, cartagineses y romanos; Bizantinos y musulmanes; españoles, franceses e ingleses… En cada rincón de Malta puedes encontrar recuerdos de esas épocas que en Malta no son pasadas ya que conviven en el presente mirando a un futuro prometedor y optimista.

Es interesante entrar en Visit Malta para más información.

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