Si bien el mito de Agustina de Aragón es popularmente conocido y todaví­a más, si cabe, su acto heroico defendiendo el Portillo en el primer Sitio de Zaragoza (1808), no es Agustinamás cierto que poco a nada más podrí­amos decir de la heroí­na catalana. Hasta el propio «acto heroico» (disparar el cañón contra las tropas francesas) ha sido tergiversado a conveniencia.

Poco han ayudado las dos pelí­culas de Agustina de Aragón (la primera estrenada en 1928 con poco éxito y la segunda en 1950 protagonizada por Aurora Bautista utilizada por el Régimen en su labor propagandí­stica), tampoco ha servido de mucho la obra «La ilustre heroí­na de Zaragoza ó la célebre amazona de la guerra de la Independencia«escrita por su hija, Carlota Cobo, para perpetuar la memoria y la hazaña de su madre.

Sin dejar de lado el mito, Mª Pilar Queralt nos presenta a Agustina Saragossa Domenech (Agustina Zaragoza tras castellanizar su apellido) como la mujer que las circunstancias de la guerra de la Independencia, su marido artillero y su valor la llevaron a implicarse de lleno en la defensa de su paí­s y de un rey, Fernando VII, que menosprecio y decepcionó a casi todos. Su captura por las tropas napoleónicas, el triunfo final y una posterior guerra civil (Carlistas) que hicieron de su vida un devenir geográfico (Barcelona, Mahón, Zaragoza, Teruel, Sevilla, Valencia y Ceuta) e ideológico (absolutismo y liberalismo).

Sirva este libro como homenaje a todas las heroí­nas casi olvidadas y apenas reconocidas (Marí­a Agustí­n, Casta Álvarez, Condesa de Bureta, Marí­a Lostal, etc). Así­ como, para reivindicar el papel protagonista de las mujeres en nuestra Historia.

Gracias amiga.

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