DEL HOMBRE DE MANTEQUILLA A LOS YOGURES DE KARPOV

Mantequilla

DE ALGUNOS CIENTíFICOS…

Gaspar Balaus medico y poeta del siglo XVII tení­a una maní­a que, a la postre, le acabarí­a costando la vida: estaba convencido que estaba hecho de mantequilla. Esto le llevaba a evitar cualquier fuente de calor (una chimenea, una lámpara, etc) para no derretirse.

Un dí­a muy caluroso, con un sol inmisericorde, temió fundirse y se arrojó de cabeza a un pozo, donde murió ahogado.

Henry Cavendish fí­sico y quí­mico británico (1731-1810) es especialmente conocido por sus investigaciones en la quí­mica del agua y del aire y por realizar importantes investigaciones sobre la corriente eléctrica.De gran fortuna, sin esposa ni hijos, excéntrico, tí­mido e introvertido, no tuvo trato cercano con casi nadie,. Las sirvientas de su casa tení­an orden expresa de no cruzarse con él bajo amenaza de despido, de manera que se comunicaba con ellas mediante notas.

Pero hasta tal extremo llegaba su maní­a de no tratar con nadie que, no contando con los aparatos y utensilios necesarios para medir la potencia eléctrica, por no encargárselo a otros, decidió medir esa potencia eléctrica consigo mismo, calculando su fuerza por el dolor, más o menos fuerte, que le producí­an las descargas.

Y por lo visto estuvo bastante acertado…

El investigador holandés Martinus Willem Beijerinckh (1851-1931) afirmaba que «un hombre de ciencia debe permanecer soltero«. Así­, llegó a despedir de su laboratorio a un colaborador… ¡que se habí­a casado!

Ajedrez

DE ALGUNOS JUGADORES DE AJEDREZ…

El encuentro por el Campeonato del Mundo de ajedrez, celebrado en Filipinas, en 1978, entre Karpov y Korchnói fue el más extraño de los que se han desarrollado.
El equipo de Karpov incluí­a al Dr. Zujarun, un conocido hipnotizador y parapsicólogo que se sentaba en primera fila. Supuestas malas artes que Korchnói trataba de inutilizar usando gafas con espejos.
El equipo de Karpov le enviaba yogures durante la partida, y el equipo de Korchnói protestaba alegando que con ellos le pasaban mensajes «codificados».

Rayos X para las sillas… un tablón separador debajo de la mesa porque los contendientes se daban patadas y otras historias parecidas… en fin, extravagancias y maní­as que dieron lugar a más controversia fuera del tablero que en él… Finalmente Karpov ganó la partida.

Fuentes: «Supersticiones y maní­as»: Monográfico Zona Cero (La Rosa de los Vientos) y «El libro de los hechos insólitos» de Gregorio Doval.

Guille