Colaboración del maestro de la Historia, Guillermo.

A mi parecer, estas son las cuatro guerras que tienen el dudoso honor de ser consideradas como las más largas de la Historia:

– Ocupando la cuarta posición (a pesar de ser la que figura en el libro Guinness de los Records) se encuentra la Guerra de los Cien Años, que duró más de un siglo, en concreto 116 años.

Enfrentó a Inglaterra y Francia entre los años 1337 y 1453 y fueron dos sus causas detonantes: La primera, la disputa de la Corona francesa entre Felipe IV de Francia y el soberano inglés Eduardo III. La segunda causa fueron los intereses feudales, en forma de grandes territorios y posesiones, que los reyes ingleses tení­an en Francia, a los que no estaban dispuestos a renunciar.
Fueron muchas las grandes batallas que se libraron, unas con victoria inglesa como las de Poitiers, Agincourt o Crécy, en esta última los arqueros ingleses dispararon más de 72.000 flechas y se calcula que más de una de cada tres habrí­a hecho blanco en hombres o caballos franceses, y otras con importantes éxitos para los franceses, como la liberación del sitio de Orleáns, en la que participó Juana de Arco, o la última y decisiva batalla de Castillón en julio de 1453.

Cuarta

– El tercer lugar lo ocuparí­a la Guerra de Arauco, que enfrentó a españoles y criollos de Chile (perteneciente al Imperio Español) contra los habitantes mapuches del sur del paí­s durante casi 300 años, esto es, desde la Batalla de Quilacura en 1546, con Pedro de Valdivia, hasta la independencia de Chile (1818)

El conflicto tuvo distintos grados de intensidad y supuso un fracaso para España, que finalmente no pudo ocupar el territorio mapuche.

Tercera

– El segundo puesto de este «ranking» serí­a para la curiosa y pací­fica Guerra de los Trescientos Treinta y Cinco Años (1651-1986), que enfrentó a los Paí­ses Bajos y a las Islas Sorlingas (en el sudoeste del Reino Unido). Fueron 335 años sin realizar un solo disparo.

Sus orí­genes se encuentran en la segunda guerra civil inglesa, disputada entre los realistas y parlamentarios entre 1642 y 1652. La Marina Realista fue forzada a retirarse a las Islas Sorlingas. En abril de 1651 los Paí­ses Bajos (Provincias Unidas de los Paí­ses Bajos) declararon la guerra a los realistas, pero como la mayor parte de Inglaterra ya estaba en manos de los parlamentarios, la guerra fue declarada especí­ficamente a las Islas Sorlingas.

Muy poco después de la declaración de guerra, las fuerzas parlamentarias forzaron a la flota realista a rendirse. La flota holandesa, ya bajo ninguna amenaza, se retiró sin disparar un tiro. Debido al desconocimiento de una declaración de guerra de una nación contra una pequeña parte de otra, los holandeses se olvidaron de declarar oficialmente la paz.

Con el paso del tiempo, la declaración de guerra se consideró un mito, hasta que en 1985 el historiador Roy Duncan, Presidente además del Consejo de las Islas Sorlingas, escribió a la Embajada de los Paí­ses Bajos en Londres recordando lo sucedido más de 300 años antes. Los miembros de la embajada encontraron que el mito era verdad y la paz fue declarada el 17 de abril de 1986.

– Y en el primer lugar de mi particular lista se encuentra la guerra de la Reconquista en la Pení­nsula Ibérica, con casi 800 años, desde la rebelión de D. Pelayo y la Batalla de Covadonga (722) hasta el final del Reino nazarí­ de Granada en 1492.

Una guerra que no tuvo tregua durante casi ocho siglos, con una frontera incierta, movediza, y con un lento pero persistente avance hacia el sur.

 

¿Vosotros qué opináis? Guille